domingo, 9 de mayo de 2010

RESPUESTA AL ETNOCACERISMO. PARTE II

El deseo de reconstitución del Tahuantinsuyo destruido en el siglo XVI no es desconocido para los historiadores y etnólogos peruanos. En la década del 60’ y 70’ diversos intelectuales recogieron a lo largo de los andes peruanos distintas versiones de un mito popular denominado Inkarri, que venía difundiéndose por vía oral desde fines del siglo XVIII y que consiste en la esperanza de reconstitución del “orden social del Tahuantinsuyo” que fue “quebrado por los españoles al momento de la conquista”. Este mito implica la esperanza de que algún día, cuando “los cuatro miembros del cuerpo despedazado y la cabeza del Inca se reconstituyan nuevamente”, el Señor de los Cuatro Suyos y sus ejércitos derrotarán a los españoles y los expulsarán definitivamente de estas tierras”. Quienes creen en la vuelta del Inca abrigan el ferviente deseo de restaurar “el orden, la armonía y la organización social, económica y política del antiguo Imperio Inca”. Se cree que este “mundo feliz” se quebró a la llegada de los españoles, y que éstos sólo habrían traído a estas tierras desolación, muerte, dolor y, sobre todo, caos. El mito del Inkarri representa la esperanza de subvertir el orden (desorden) que impusieron los conquistadores europeos para “volver a vivir como lo ancestros andinos y ser gobernados por un Inca de estirpe cusqueña”.
Don Isaac Humala, el patriarca de la familia Humala Tasso, debió conocer este mito y lo habría inculcado a sus hijos (especialmente a Antauro) de modo que aunque no lo hayan formulado de modo explicito, el deseo de restauración del Estado Inca subyace en la ideología etnonacionalista, la presencia del mito del Inkarri se puede leer entre líneas en los escritos de Antauro y sus seguidores.
Hace unas semanas, luego de conocer la sentencia al líder etnonacionalista por el asalto y toma del la comisaría de Andahuaylas, uno de sus dirigentes aquí en Tacna declaró que, entre otros beneficios que traería para el Perú un triunfo de la “revolución etnonacionalista” estaría la posibilidad de “volver a vivir como en tiempos de los Incas, sin minas ni contaminación” (sic). Señaló resueltamente que “sólo el etnonacionalismo restauraría el Tahuantinsuyo y que Antauro gobernaría el Perú como en tiempos del Inca”.
Estos deseos restauradores de viejos imperios o gobiernos no sólo ocurren en el Perú. En Irak, por ejemplo, un partido político ha proclamado su deseo de “luchar por la restauración del Califato de Mesopotania”. En Italia, desde hace más de una década, las autoridades romanas vienen organizando desfiles anuales que recuerdan el paso de los gladiadores por las calles de Roma aprestándose a ingresar al coliseo romano para teñir con su sangre las arenas de este anfiteatro y así deleitar a los miles de romanos y romanas que disfrutaban del sangriento espectáculo.
En el caso peruano, los jóvenes etnonacionalistas están contagiados por una ilusión restauradora, por una inocente creencia, por un utópico retorno. Sin embargo, ya no hay vuelta atrás. El tiempo avanza, las sociedades y las gentes cambian. Ya no hay Incas de estirpe real, ya no hay Yanas ni Curacas, ni Vilac Umo (Sumo Sacerdote), ni Ñustas en los Acllahuasis, ni Mitmacunas trasladados a cientos de kilómetros de su terruño. El Tahuantinsuyo o Estado inca ya es cosa del pasado, no regresarán las gloriosas campañas militares al sur de Chile ni al norte de Ecuador. No volveremos a ver interminables desfiles de niños y niñas que, mediante el rito de la Capacocha, iban al Inticancha a ser sacrificados en honor al Inca. Ya no se celebrarán los matrimonios masivos donde el Inca llegaba a una provincia y unía a cientos de jóvenes con sólo tomarles de la mano y ordenándoles vivir juntos a partir de esta sencilla ceremonia. No retornarán las guerras de sucesión entre los hijos del Inca que se desataban en el Cusco y que implicaban la muerte o el destierro de cientos de parientes o potenciales competidores a la mascaipacha. Ya no emprenderán los funcionarios y arquitectos Incas aquellas construcciones ciclópeas que ahora nos enorgullecen. Ya no habrán Incas tan prolíficos que podrían tener decenas o cientos de hijos e hijas. Por ejemplo, Huayna Cápac tenía decenas de hijos e hijas en muchas provincias de su vasto Imperio. Quiero mencionar a una de sus hijas más célebres: Inés Huaylas Yupanqui (como fue bautizada por Pizarro) llamada originalmente Quipe Sisa, quien fue hija de este Inca y de Contarhuacho, poderosa y rica curaca de los Huaylas (Departamento de Ancash).
El retorno del Inca sólo es un mito que muy probablemente los etnonacionalistas lo encarnan en Antauro. Pero para desengaño de sus ilusos seguidores, el Perú actual es una república en proceso, es una promesa de país inclusivo que busca ser bienhechora para todos sus ciudadanos.
Sabemos que es difícil creer en el desarrollo del Perú, pues hay razones para el pesimismo. Hay incertidumbre acerca del futuro del país, cunde la desesperanza y se tiene la sensación que vamos hacia el despeñadero, pero es conveniente que busquemos la transformación del Perú de cara al futuro, asimilando los avances científicos, sociales y políticos sin mirar al pasado, sin anhelar el viejo sueño de la restauración del imperio andino No esperemos una vana e imposible vuelta del Inca.

RESPUESTA AL ETNOCACERISMO. PARTE I

Me toca hoy desengañar a tantos jóvenes que vienen abrigando una extraña doctrina autodenominada “etnonacionalismo”, que entre sus principios doctrinarios, de observancia y práctica obligatoria de sus militantes, se lee el siguiente: “El etnonacionalismo reivindicacionista de nuestra estirpe cobriza-tahuantinsuyana, en cuanto mayoría demográfico-cultural para sí y hegemónica en la dirección política y económica del país”. Es indudable que estamos frente a un movimiento político que reivindica la grandiosidad de la cultura Inca, pero se equivocan al sobrevalorar la supuesta unidad y cohesión cultural-étnica en el antiguo Perú. Los partidarios de Humala desconocen que el propio término3 “Tahuantinsuyo” no fue conocido por los primeros cronistas de la conquista quienes como testigos presenciales interrogaron a funcionarios incas, a curacas, jefes étnicos locales y al propio Atao Huallpa, inca capturado en Cajamarca. Los interrogados se referían al Cusco, como el nombre del país, en otros casos, se referían a la “tierra”, pero no nombraron la palabra “Tahuantinsuyo”. En este sentido, no existía en el Perú que conocieron los españoles en 1532, un término que englobara a todo el territorio conquistado y administrado por los Incas del Cusco. El dominio inca de los amplios territorios que con Huayna Cápac alcanzó su mayor extensión era apenas reciente. Se calcula en menos de 60 años el tiempo que tomaron los Incas para extender su curacazgo inicial (Cusco) Pasto (actual Colombia) y hasta más al sur del río Maule (actual Chile). Por lo tanto, el dominio Inca de tantísimos territorios y curacazgos no había sido completo. Muchos Curacas locales todavía guardarían rencor por las guerras de dominación, por sus huacas que fueron llevadas al Inticancha (llamado también Koricancha) y por la pérdida de sus privilegios que gozaban antes de la conquista Inca. ¿Cómo puede explicarse entonces el amplio apoyo que encontró Pizarro entre los “Tumbis”, “Tallanes”, “Chimues”, “Yauyos”, “Huancas”, “Tarmas”, “Jaujas”, “Cañaris”, “Chachapoyas”, “Huamachucos”, entre otras decenas de etnias?. El propio Garcilaso Inca de la Vega decía del Estado fundado por los ancestros de su madre: “la debilidad del Imperio Inca fue por haber sido constituido por tanta variedad de naciones diversas y contrarias”. Por otro lado, Cieza de León, soldado y cronista español calificó al Estado Inca como “una nación de muchas patrias”. Esas muchas “patrias” y sus respetivos jefes nativos colaboraron con Pizarro. Le ayudaron con alimentos, hombres de carga, agua, implementos para la guerra y hasta con soldados para enfrentarse al propio Atao Huallpa y a sus generales: Rumiñahui, Challco Chimac, Yucra Huallpa, Chaicari y Quisquis. Mencionaré sólo a cuatro jefes locales colaboracionistas: Guacrapáucar (curaca de los Huancas), Francisco Chillche (yana-guerrero Cañar), Francisco Guamán (yana-curaca Chachapoya) y Cajazinzín (curaca Chimú). La ayuda de estos cuatro curacas y jefes guerreros fue fundamental para aniquilar el Estado Inca, tanto que el historiador Juan José Vega diría que sin ellos Pizarro no habría podido conquistar el imperio de los Incas. De igual modo lo creyeron los historiadores: Porras Barnechea, Juan Antonio del Busto, Edmundo Guillén, María Rostworowski, Waldemar Espinoza Soriano, entre otros.
Es necesario subrayar la frase “naciones diversas y contrarias” que usó el cronista mestizo, sólo así puede comprenderse el rápido avance de Pizarro hacia Cajamarca y hacia el Cusco, pues resulta difícil de creer que un Estado tan poderoso cayera tan rápido en manos de tan pocos españoles (no más de 300). La historia oficial española en torno a estos sucesos engrandecen las hazañas de los conquistadores sin mencionar la gran ayuda de los aliados indígenas, de los ”indios amigos”
Para empeorar las cosas, al interior de las propias panacas cusqueñas también se gestaron actos de traición. Fueron aliados de los españoles y acérrimos enemigos de Manco Inca cuando inició el primer y gran levantamiento antiespañol su medio hermano Paullo Inca (quien también era hijo de Huayna Cápac) y Páscac Inca (perteneciente a la panaca de Túpac Yupanqui y sobrino de Huayna Cápac) este último comandó a los “indios amigos” que permitió a los hermanos de Pizarro tomar la fortaleza de Saysachuaman y obligar al Inca rebelde a levantar el cerco al Cusco cuando los españoles estaban prácticamente derrotados.
El Perú fue y es un mosaico de culturas, etnias, lenguas, tradiciones, climas, arquitecturas, etc. Tener en cuenta esto nos ayudaría a entender la falta de unidad que ahora clamamos los peruanos.
Como dijo un notable historiador, “los Incas no tuvieron tiempo para cuzqueñizar, menos para incaizar”.

ES BUENO SABER QUE...

ES BUENO SABER que el odio, la demagogia y la mentira no triunfan, que tarde o temprano la verdad se abre paso y que la pseudo erudición de la que hacen gala algunos falsos periodistas será vencida finalmente por la contundencia de los hechos, y por la verdad esclarecedora.
ES BUENO SABER que no es verdad que “los judíos sionistas nos colocarán un chip en la frente para controlar nuestra voluntad”. Una mentira de ese tamaño ni siquiera merecería destacarse, pero la menciono aquí para conocer la magnitud de la demagogia y la mentira.
ES BUENO SABER que no es verdad que “el terremoto de Pisco e Ica fue causado por un rayo disparado por un satélite sionista para destruir el Perú”. La verdad es que los terremotos son causados por fallas geológicas profundas y por movimiento de las placas tectónicas.
ES BUENO SABER que no es verdad que “los Masones liderados por Nicolás de Piérola traicionaron al Perú y entregaron nuestra patria a Chile”. La verdad simple y llana es que el más grande marino que haya dado nuestra nación, Don Miguel Grau Seminario fue masón (Ricardo Palma Soriano, gran tradicionalista, lo invitó a que lo acompañe a visitar a la R:.L:.S:. “Cruz Austral” N° 05 del puerto del Callao, en donde trabajó y profundizó sus conocimientos en la francmasonería).
ES BUENO SABER que Alfonso Ugarte, Francisco Bolognesi, Leoncio Prado y Andrés Avelino Cáceres (quien fue iniciado en la R:.L:.S:. "Concordia Universal" el 13 de junio de 1860), entre otros tantos héroes que dio nuestra patria en esa infausta guerra también fueron masones insignes.
ES BUENO SABER que el mundo tiene hoy una población aproximada de 6,700 millones de personas, de las cuales sólo 13 millones son judíos, es decir el 0,19 % de la población mundial, pero su proporción en la lista de ganadores del Premio Nobel (en Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura, Economía y Paz) es de aproximadamente el 25%.
ES BUENO SABER que el más grande de los filósofos en la actualidad es un judío francés de origen sefardí, Edgar Morin es su nombre (cambió su nombre original Edgar Nahum por Edgar Morin por el antisemitismo que corroía la sociedad francesa durante la invasión alemana en la II guerra mundial). Este extraordinario filósofo del pensamiento complejo, autor de más de 50 publicaciones ha merecido el título de Doctor Honoris Causa por las Universidades de: Perugia, Italia; Palermo, Italia; Milán, Italia; Cosenza, Italia; Libre Bruxelles, Bélgica; Bruselas, Bélgica; Ginebra, Suiza; Odense, Dinamarca; Valencia, España; Natal, Brasil; João Pessoa, Brasil; Porto Alegre, Brasil; Tecnológica de La Paz, Bolivia; del Instituto Piaget, Lisboa; Veracruzana, Universidad de Guadalajara, México y Universidad Católica del Perú.
ES BUENO SABER que no es cierto que los judíos sólo se dedican a actividades comerciales y financieras, pues Charles Chaplin, Marcel Marceau, Félix Mendelssohn, Franz Kafka, Yehudi Menuhin, solo por citar a unos pocos de los más grandes artistas de todos los tiempos, tuvieron ascendencia judía. ¿Por qué se insiste en asociar lo judío con las finanzas únicamente? La respuesta no es ignorancia (sería un consuelo saberlo pues la ignorancia se cura con el estudio). La respuesta es el odio racial y religioso. Un odio inmenso, inconmensurable, destructor. Un odio que todo lo contamina, todo lo distorsiona, todo lo pervierte. Este odio es el origen de la mentira y de la demagogia.
ES BUENO SABER que en la ciudad de Lima han sido detenidos los miembros de un grupo neonazi que portaban armas ilegalmente y que hacían prácticas de tiro como preparación para llevar a cabo actos violentos contra algunos grupos sociales y minorías sexuales, étnicas, religiosas. Fue una excelente noticia pues puso en alerta a las autoridades universitarias y escolares acerca del peligro real que supone la presencia de estos grupos de jóvenes alienados que tienen como líder a quien ha sido considerado como el ser humano más perverso de todos los tiempos, me refiero a Adolfo Hitler.
ES BUENO SABER que en nuestra ciudad ha disminuido el culto a Hitler que venía creciendo peligrosamente hace algunos años. Pues los jóvenes que habían optado equivocadamente por ese camino de odio sin retorno tomaron conciencia que su ascendencia aymara y quechua les impedía moralmente admirar a este líder negativo que creía que “la raza aria” era superior a todos los demás pueblos de la tierra y que además repudiaba profundamente a los pueblos nativos indoamericanos.
ES MALO SABER que el autor de este artículo será llamado “monstruo”, “sodomita”, “traidor”, “espía chileno”, “judío”, “masón”, “homosexual”, “antiperuano”, etc. Su delito: difundir conocimiento objetivo, educar en la tolerancia y divulgar verdades incómodas a quienes predican el odio.

EL RETORNO DEL VENENO IDEOLOGICO RACISTA

“Un fanático es un hombre ciego, que entra a una habitación oscura, que busca un gato, que no está allí y… lo encuentra”.
Anónimo
Este pensamiento se aplica perfectamente en el caso de los fanáticos de toda índole: políticos, religiosos, sectarios, deportivos, etc. En efecto, aun cuando existen razones en contra de sus argumentos, a pesar de las evidencias que demuestran que sus posiciones son erradas, los fanáticos se las arreglan para seguir insistiendo en su línea de pensamiento; se mantienen obstinados en la defensa de una argumentación falsa. Son renuentes al cambio, irreductibles y tercos, no varían sus falsos esquemas mentales, sea por convicción, o por orgullo. Si es por convicción, estamos frente aun hombre equivocado, infantilmente engañado. Este tipo de fanático aparece ante nuestros ojos como un sujeto dogmático, pero ingenuo. Terco y crédulo de historias fantásticas que sigue con deleite, ávido de creer, de aferrarse a su “verdad”; se trata entonces de un hombre imaginativo que lee historias increíbles, que da pábulo a sus fantasías. Este tipo de fanático es susceptible de cambio. Existen abundantes ejemplos: ex creyentes, decepcionados amantes, ex hinchas de futbol, desilusionados comunistas, ex creyentes de utopías redentoras, etc.
Sin embargo, el peor de los fanáticos es el que comprende que sus argumentos son falaces, sabe que sus ideas son endebles, que su posición ideológica es vulnerable. Este fanático admite íntimamente que está equivocado, conoce que defiende una causa ideológica injusta. Pero… aun así se aferra desesperadamente a sus ridículas ideas, a sus fantasiosas elucubraciones. ¿Por qué?, la respuesta no es sencilla. Se trata de un tipo orgulloso, vehemente, de temperamento apasionado y con una convicción que linda con la paranoia.
En los últimos años, en la ciudad de Tacna, estamos asistiendo a un aumento del antisemitismo, a una incitación a la violencia racial y religiosa. El odio contra los judíos, los masones, los homosexuales y los comunistas es permanente. Es un odio visceral, un odio fanático. Esto es muy peligroso, pues en Venezuela, del discurso de Chávez incitando al odio contra los judíos se llegó al ataque directo a una sinagoga. Este es el inicio de un proceso de incitación a la violencia: primero son las ideas de odio y luego vienen los ataques físicos llenos de odio. Primero se dice: “los homosexuales, los judíos y los masones son malditos” y luego se arrojan piedras contra ellos. La historia está llena de ejemplos sobre ello. Nunca las ideas de odio son inofensivas. Siempre llevan su carga de potencial violencia.
La psicología ha demostrado que las ideas y los esquemas mentales influyen en las emociones. Las personas que creen firmemente que “los homosexuales”, los “masones”, los “judíos” son desalmados, ruines, infames, ladrones o pérfidos, tienen más probabilidad de efectuar ataques directos contra estos grupos. Para atacar violentamente a los “otros” se debe creer firmemente que los “otros” lo merecen. De esta manera el agresor encuentra alivio a sus sentimientos de culpa. Recuérdese que el dominio de la mente fue prioridad en los gobiernos totalitarios, fascistas y muy especialmente en el gobierno nazi. En Alemania nazi hasta a los niños se les enseñaba a “amar a Hitler por sobre todas las cosas” y a odiar “al enemigo judío”.
Esta es la primera fase de los grandes genocidios. El español conquistador debía estar convencido que el indígena americano era una especie subhumana, sólo así podía infringirle maltrato sin sentirse culpable, El esclavista debía estar convencido que el esclavo era inferior a él, solo así lo podía tratar como una “cosa” y no como humano. Los últimos genocidios ocurridos en Ruanda, en Bosnia, en Kosovo, nos ilustran acerca de la gravedad de la penetración ideológica del odio en las mentes de la gente. La inserción del odio en la psicología de la gente, la difusión del odio ideológico, ese es el primer paso; de allí al ataque directo, al asesinato, hay un paso muy estrecho.
En Tacna hay signos preocupantes del avance del odio racial y sectario. A un profesor universitario que previene a sus estudiantes de no caer en el odio étnico y religioso, que denuncia la gravedad del genocidio nazi en toda su magnitud, que contribuye a educar en la tolerancia y en el amor y que les previene acerca de la incitación al odio en ciertos medios de comunicación; a dicho profesor le atacan de modo cobarde y anónimo, utilizando un lenguaje tan violento y calumniador. Le difaman, le insultan con un odio que hace presagiar más violencia. Lo tristemente paradójico es que quienes le atacan desde un impreso panfletario se autodenominan “cristianos” y “nacionalistas” (lo último es todavía más contradictorio, pues estos fanáticos tacneños idolatran a un líder alemán y no a un auténtico líder peruano).
Estamos avisados, el aumento del veneno ideológico, sectario y religioso aumenta en Tacna, no hacer nada sólo contribuye a que los fanáticos se envalentonen gracias a la actitud pasiva de los que auténticamente amamos la tolerancia, el respeto mutuo y la libertad.

EL TRIUNFO DE LA RAZON

La verdad ha triunfado sobre la mentira, la razón se ha impuesto al fanatismo, el amor le ha ganado al odio. Después de 13 años de soportar discursos llenos de mentiras y de odio expresados a través de programas radiales, panfletos impresos, semanarios de dudosa moralidad y en publicaciones en internet; esta semana, por fin, el líder fundador de FREDECONSA (ahora movimiento INCA) ha negado la autoría de aquella intensa campaña del odio contra los judíos que Tacna soportó, algunas veces con indiferencia, otras con preocupación, durante tantos años. Sin embargo, como las evidencias en su contra eran abrumadoras, como no podía negar que durante años adoctrinó a muchos niños y adolescentes en el odio fanático hacia los judíos y en el culto hacia Hitler (el más grande genocida que la historia de la humanidad ha conocido), esta semana pidió perdón - usando las ondas de Radio Programas del Perú - a los judíos del mundo a través de la comunidad judía peruana. Con esta solicitud de perdón, con este arrepentimiento, con este cambio de actitud y de pensamiento, el líder de FREDECONSA ha causado una inmensa alegría en quienes nos preocupaba el cariz que iba tomando el neonazismo en Tacna. Pero también ha provocado un “terremoto” en las conciencias de tantos jóvenes ilusos e inocentes que por ignorancia e inmadurez empezaban a abrazar la ideología nazi. Jóvenes a quienes Ricardo les decía frases como éstas: “Los judíos sionistas contaminan el ambiente y matan a 600 millones de personas en el mundo”, “los judíos sionistas han provocado el terremoto de Pisco con un rayo disparado por un satélite”, “los judíos sionistas implantarán a toda la humanidad un chip en la frente para controlar nuestras mentes y nuestras conductas”, “Abimael Guzmán es judío, pues su nombre Abimael es hebreo y su apellido no es Guzmán sino Grossmann”, “El APRA es un invento judío pues tiene como símbolo la estrella (de David) de cinco puntas”, “la democracia es una basura, es un invento judío”, “Hitler fue el más grande nacionalista de la Historia”, “ningún judío murió en manos del nazismo”•, “Los judíos son malditos, pertenecen a una raza maldita” y para finalizar, una frase para la antología: “Jesucristo fue nazi, pues él también odiaba a los judíos”. Como era de suponer, los cientos de jóvenes que extasiados escuchaba o leían estas frases las incorporaron en su temprano sistema de pensamiento, en su precoz cosmovisión del mundo. El líder de FREDECONSA elaboró una lista de judíos peruanos (entre quienes se encontraban Gustavo Bueno, David Fischmann, Abraham Levi, etc.) para que, según él, los reconozcamos y los señalemos como enemigos del Perú. Les hizo creer que los judíos pertenecían a una raza maldita, violenta y dispuesta a robar a toda la humanidad.
El líder de FREDECONSA (y del Movimiento INCA) ha pedido perdón a la comunidad judía peruana. Ese gesto del fundador de FREDECONSA nos tranquiliza y nos alivia, aunque para sus pocos seguidores debe haber significado una gran sorpresa, confusión y en sus cercanos colaboradores (entre ellos muchos jóvenes universitarios) una profunda decepción.
Para algunos esta negación del líder de FREDECONSA ante IDL –Reporteros y su posterior arrepentimiento es motivo de alegría y de alivio, pues por fin la razón venció al fanatismo y él, como individuo inteligente, supo que no podía ir más allá con una ideología neonazi en Tacna. Sin embargo, hay otros, especialmente sus jóvenes seguidores, que deben estar experimentando una profunda confusión al escuchar a su líder e ideólogo arrepentirse de su anterior doctrina y negar ser el autor intelectual de propalar un sistema ideológico que pertenecía al siglo pasado y que actualmente solo lo profesan los “cabezas rapadas” (skinhead), los barristas violentos, los supremacistas raciales europeos y norteamericanos (entre quienes se encuentra, por ejemplo, Charles Mason, líder de una secta asesina quien lleva una esvástica nazi tatuada en la frente).
El cambio de postura ideológica de Ricardo De Spirito significa que al fin se dio cuenta que el odio no construye, que no es causa de bienestar humano, que no lleva paz a los hogares de Tacna. Los demócratas damos la bienvenida a los antes neonazis tacneños a vivir en una comunidad que respeta la tolerancia, valora la verdad histórica, enaltece la razón. Arrepentirse no es vergonzoso, pedir perdón es un gesto de personas decentes. La democracia liberal (que Hitler odiaba más que a nada) valora la tolerancia y el respeto al prójimo sin distinción de raza, credo, estatus económico y posición política. Esta democracia les da la oportunidad a todos (incluidos los ex neonazis) de participar, de ser escuchado, de elegir y ser elegido como representante de una comunidad.
Confiamos que este artículo no sea respondido con diatribas e insultos anónimos en un semanario que ha servido de plataforma para la calumnia. Esperamos los demócratas que la respuesta a este artículo, que expresa sentimientos de sorpresa, confusión pero también de complacencia, no sea la de llamar a su autor: “chileno sionista, espía chileno”. Pues así se demostraría que el cambio de actitud no ha sido real, profundo, que sólo fue una pose, un retroceso táctico e hipócrita.
Mi mensaje a los jóvenes estudiantes: abracen una ideología que predique la paz, que sea constructiva, que respete a toda humanidad, que sea tolerante con el diferente. Que los neonazis tacneños (deben ser ya unos pocos) replanteen su ideología perversa. Confío que nunca más jóvenes de ascendencia aymara y quechua vuelvan a asimilar una ideología extranjera que enalteció la supuesta supremacía de la raza blanca, que formuló una doctrina racista, fanática y profundamente violenta.