“Algunas reflexiones acerca del odio racial y religioso” (Parte II)
Ps. Rafael Enrique Azócar Prado
La falta de sensibilidad e indiferencia acerca del destino de millones de personas que sufren o sufrieron discriminación y explotación, ya sea por razones religiosas o raciales, puede deberse a la carencia de información. Es decir, si el niño o el adulto no saben qué sucedió con tal o cual grupo humano en el pasado, puede no sentir emoción alguna, cuando les recuerdan algunos sucesos dramáticos que dicho pueblo sufrió en su historia reciente o pasada. Ello se aplica, por ejemplo, al genocidio de Romas o Gitanos en la Segunda Guerra Mundial, pues aunque no lucharon militarmente en la contienda, fueron víctimas de matanzas y trabajo forzado en manos de sus asesinos nazis, quienes los apresaron como animales y los recluyeron en Campos de concentración donde trabajaron como esclavos en las fábricas alemanas allí instaladas. Luego, cuando sus energías se agotaban eran llevados directamente a morir gaseados. Igual destino corrieron mujeres, ancianos y niños gitanos, pues esta etnia era consideraba por los nazis como indeseable y parasitaria ¿Sabía usted que más de 250 mil gitanos fueron asesinados por los nazis entre 1939 y 1945? ¿Sabía usted que en Auchwitz-Birkenau se perpetró el asesinato de más de 3,000 gitanos entre mujeres, niños y ancianos durante la noche del 2 al 3 de agosto de 1944?
Sin embargo, debemos señalar que no sólo la falta de conocimiento es culpable de esta indiferencia ante el destino de comunidades y pueblo enteros. También lo es la ocultación de la necesaria información que nos permitiría conocer estos hechos pasados. Hay quienes prefieren negar que tal cosa ocurrió. Los “negacionistas”, son como aquellos que se tapan los ojos para no ver la realidad. Ya sabemos que aunque se tapen los ojos, la realidad no cambiará, los hechos estarán allí, siempre. Negar, por ejemplo, el asesinato de millones de personas, entre ellas: judíos, gitanos, polacos, rusos, partisanos europeos, opositores políticos, sacerdotes polacos, homosexuales y líderes sindicales por lo nazis, es tan despreciable como los que lo apoyaron y promovieron. Negar estos genocidios equivale a disculpar a quienes lo perpetraron. Es como burlarse de las víctimas, de los pocos sobrevivientes, de sus familiares.
Para ilustrar a quienes todavía no conocen la real dimensión de la maldad nazi en toda su extensión, y permiten, por ejemplo, que sus menores hijos dibujen la svástica - aquel símbolo cruel de la barbarie - les presentamos una síntesis de declaraciones que el año 2006 hicieran diversos líderes europeos al recordar un año más de la liberación del mayor cementerio europeo: Auschwitz-Birkenau. Veamos:
· El ex canciller alemán, Gerhard Schroeder, dijo que se sentía avergonzado por las atrocidades cometidas en los campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial: "Manifiesto mi vergüenza frente a los asesinatos, y ante quienes sobrevivieron al infierno de los campos de concentración", citando a "judíos, gitanos, homosexuales, opositores políticos, prisioneros de guerra y resistentes de toda Europa". El Holocausto, dijo, fue "el más profundo desgarro" de la civilización y Alemania "tiene la obligación moral de no olvidar el dolor y la crueldad infligidos a millones de personas".
· Por su parte, el Papa Benedicto XVI invita a la humanidad a "no olvidar Auschwitz ni las otras fábricas de muerte donde el régimen nazi intentó eliminar a Dios para tomar su lugar". Señaló: "no se debe ceder a la tentación del odio racial, fuente de las peores formas de antisemistimo". Agregó que los crímenes perpetrados por el régimen que encabezó Adolf Hitler "no tienen parangón en la Historia". "Venir aquí, a Auschwitz, es un deber ante la verdad y los derechos de aquellos que han sufrido, un deber ante Dios”.
· El presidente de Polonia, Alexander Kwasniewski, ha hecho un pedido formal de perdón a nombre de los polacos por una masacre de judíos cometida 60 años atrás. "Nosotros debemos pedir perdón por este crimen a las almas de los muertos y de sus familias", dijo Kwasniewski durante una ceremonia en la población de Jedwabne. “Esa es la razón por la que hoy, como ciudadano y como el presidente de la república de Polonia, pido perdón. Perdón en mi propio nombre y en nombre de aquellos polacos que tienen la conciencia hecha trizas por ese crimen", dijo. En Jedwabne, el presidente polaco inauguró un nuevo monumento en memoria de las víctimas (aprox.1,600). La inscripción de este monumento, escrita en polaco, hebreo y yiddish, dice: "a la memoria de lo judíos de los alrededores de Jedwabne, hombres, mujeres y niños, habitantes de esta tierra, quienes fueron asesinados y quemados vivos en este lugar, el 10 de julio de 1941".
· Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia del Reino de España, dijo que el homenaje se hacía "en cumplimiento de un deber del Gobierno". "En Auschwitz murió una cierta idea del ser humano. Ahora sabemos que siempre está al alcance de la barbarie. Tenemos que estar alerta", insistió.
· En París, el presidente francés, Jacques Chirac, aseguró que el "antisemitismo es una perversión que mata". Chirac prometió, además, que Francia "no olvidará jamás lo que no supo impedir".
· Simone Veil, (que integró la resistencia francesa) ex ministra de Salud de Francia, fue llevada en tren a Auschwitz desde la localidad de Drancy, al norte de París, en 1943, cuando tenía 16 años. Afirmó en la ceremonia: "Todavía lloro cada vez que pienso en todos esos niños judíos (...) Nunca podré olvidar a los niños".
· El ex ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, se refirió a la "marca indeleble" dejada por el Holocausto en Alemania. "Ese crimen bárbaro formará siempre parte de la historia alemana. Para mi país representa la abominación moral absoluta, la negación sin precedentes de todas las cosas civilizadas", declaró.
Bien, ahora que ya conocemos un poco de historia reciente respecto de los nazis y su maldad. Recuerde que el odio no desaparece como por encanto, sólo desaparecerá el odio racial y religioso cuando cada uno de nosotros tenga presente lo que pasó para que no que vuelva a repetirse. Esta es una obligación para todos nosotros, pues en Tacna hay un rebrote del virus de la maldad en un grupo de jóvenes neonazis. Estamos avisados.